20 de noviembre de 2006

Primer amor

“No sé tú, pero yo te busco en cada amanecer” (Luis Miguel. No sé tú.)

Escuchando el bolero me han venido a la cabeza las imagenes de una bici y de los amaneceres de domingo. Que quede entre nosotros.

Fue en 1998. Hacía ya unos años que me gustaba el MTB, andaba sobre una Quantum Aerotrack de hipermercado (“la del ultramarinos” decía un amiguete cabrón que llevaba una Specialized) y compraba revistas de bicis de vez en cuando. Tiempos en los que las dobles comenzaban a hacer furor y cada día se descubría un camino nuevo.
La conocí en el nº 80 del Bike a fondo. Hacían una comparativa de ocho dobles económicas, pero yo sólo tuve ojos para ella: la Scott Octane FX-3.



Había dobles mucho mejores, más sofisticadas y más caras, pero a mi me gustaba ella, quizá porque la veía accesible, relativamente sencilla, fácil de mantener y capaz de todo. Me imaginaba sobre ella en mil situaciones, en cada camino…cosas del amor. Durante un tiempo no veía bicis, veía Scotts Octanes de color blanco, rojo y negro.

“Ofrece toda la capacidad y control que el Hydracoil, muelles con aceite en baño abierto, es capaz de proporcionar, con un recorrido considerable, algo más de siete centímetros”, decía Miguel Lorenzo sobre su horquilla, una Rock Shox Jett.

En la comparativa quedó muy bien parada, por supuesto. Han pasado muchos años y muchas cosas, las bicis han evolucionado una barbaridad, pero yo aún me estremezco cuando me cruzo con ella por el monte, aunque intento disimular. El ciclista que la lleva (sí, hay un tío por aquí cerca que tiene una, con el que me cruzo a menudo) no lo entendería.

19 de noviembre de 2006

Etiquetas (tres vídeos de Mountain Bike)

"I'm your vehicle, baby.
I'll take you anywhere you wanna go" ("Vehicle" Ides of March. 1970)

Hubo un tiempo en el que sólo había una forma de hacer Mountain Bike: salir al monte a rodar con la bici con el objetivo de divertirse lo máximo posible, subiendo, bajando, saltando o incluso cayéndose. Hoy, si uno se fía de los medios (revistas, foros, tenderos, etc) parece que los freeriders son de una raza diferente a los demás, que un rallyman no puede salir de ruta con un grupo de endureros, y cosas así. De ahí que se prejuzguen las posibilidades de ciertas bicis: se da a entender que con una rígida no se puede bajar rápido, o que con una doble de cierto peso no se pueden hacer rutas a buen ritmo. Hay quien se lo cree y nunca lo ha probado.

Una de las consecuencias de este fenómeno es el invento del enduro. Se supone que es una variante ligera del frirrai, y su fin es hacer rutas largas que incluyan tramos técnicos, senderos, y alguna subida. Es decir: lo que la gente venía haciendo con su bici de montaña desde que ésto existe, mucho antes de que a alguien se le ocurriera la palabreja.

La vida es más simple de lo que parece, y el ciclismo de montaña más todavía. Esta mañana el Hombre del Mazo ha salido con la gente de siempre para hacer unos cuantos kilómetros: un ratito rompepiernas, una subida eterna, mucho barro, algún pinchazo, un par de bajadas divertidas y al final cerveza para todos. No estoy seguro de la modalidad que hemos practicado. Ni me importa.

Ojo a la música del primer vídeo: otro día hablaremos de ellos. Y, sí, lo del tercer vídeo también es Mountain Bike.







El Hombre del Mazo os quiere.

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